jueves, 10 de abril de 2008

Hanoi. Reunión con autoridades, Paseo por el Barrio Antiguo, Fiesta Vietnamita. Viernes 25 de Enero 2008.

Despertamos, nos vestimos pero no desayunamos ya que no sabiamos donde estaba el restoran del hotel. Salimos a dar una vuelta para cachar donde estabamos y cambiar dinero. La ciudad era sucia y desordenada, llena de cables eléctricos. Lo que más había eran motos, tocando la bocina todo el día. Los vietnamitas eran capaces de llevar cargas enormes en sus pequeñas motos. Las tiendas vendían ropa copiada y original. No era tan barata como en China pero sí de mejor calidad.

Luego de una vueltas, decidimos volver para no perdernos. Terminamos cambiando dinero en una casa de cambio frente al hotel. Yo no quería gastar mucho dinero en Hanoi porque estaba ahorrando para salir de vacaciones de nuevo llegando a Chile, así que sólo cambie US$100, por los que me dieron 16 millones de Dong (moneda vietnamita).
Luego me enteraría que estabamos en el Barrio Antiguo de Hanoi, donde estaban la mayoría de las atracciones turísticas de la ciudad. Así que podriamos ir caminando a los puntos de interés.
Nos reunimos en el Hall del hotel y fuimos, caminando, al edificio de la Asociación de Amistad Chile-Vietnam. Durante el viaje, nuestro guía: Than (que hablaba inglés), nos explicaba algunas cosas de Hanoi, como la manera de cruzar la calle. En la mayoría de las ciudades orientales las leyes del tránsito no eran muy respetadas, así que cuando cruzabamos la calle había que hacerlo como pudieramos no más. En China no habiamos tenido muchos problemas porque habían pasarelas o túneles para cruzar las grandes calles, pero Hanoi sólo tenía calles estrechas con cientos de motos. Para cruzar teniamos que hacerlo caminando en línea recta, y las motos pasaban por alrededor. Si por el contrario, corriamos, como sentiamos la tentación de hacerlo, los motoristas no sabían como ibamos a reaccionar y nos podían atropellar.

Video de demostración:

Llegamos al edificio, y nos llevaron a un salón, con cortinas rojas, banderas de Vietnam y una estatua de Ho Chi Minh, máximo héroe de Vietnam, quien le ganó la guerra a EEUU, fundador de la República Socialista de Vietnam, sale en todos los billetes e incluso Saigon fue renombrada a Ho Chi Minh City.



Varios vietnamitas, que hablaban español e inglés nos dieron charlas acerca de Vietnam, de su economía: principales exportadores en el mundo de arroz, pistachos y castañas de caju, además industria electrónica y textil. También sobre su historia: siempre fueron dominados por las grandes potencias de su época: China, Francia, Japón, EEUU, y siempre lograron expulsarlos y mantener, a pesar de todo, su cultura, por lo que son un pueblo sumamente orgulloso.

También nos contaron que Chile fue uno de los pocos, y de los primeros países en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam, después de Cuba, durante el gobierno de Salvador Allende, por lo que nos consideraban sus amigos.

Después de la charla nos llevaron a conocer el barrio antiguo caminando. Primero nos mostraron como un vietnamita le cortaba el pelo a otro en plena calle, y luego nos llevaron a uno de los muchos lagos de Hanoi. Al otro lado del lago se veían grandes edificios correspondiente al sector moderno de Hanoi.

Junto al lago habían vendedoras de frutas, que usaban gorros tradicionales, y una exótica forma de transportar sus productos. Al parecer eran buena onda y accedían felices a fotografiarse con nosotros, incluso pasándonos sus herramientas de trabajo y vestimentas, pero después nos perseguian pidiéndonos dinero por el favor. Había que darles algo para que se fueran.



Llegamos a la Pagioda Tran Quoc,. un templo budista, y nos fotografiamos con ella, uno de los íconos de Hanoi. Luego observamos un monolito donde los vietnamitas capturaron a un paracaidista estadounidense, símbolo de la guerra, y que después inspiraría una película. Ese soldado fue John McCain, actual candidato republicano a la presidencia de EEUU.


En ese momento comenzó a llover así que caminamos al restoran que habiamos ido el día anterior, y que quedaba bastante cerca de donde estabamos: frente a otro lago más pequeño. Comimos como cerdo, dando preferencia a los tallarines con salsa de tomate, una de las pocas comidas occidentales que habiamos podido probar, y a los postres. También comimos harta pizza y pollo asado, así como algunos productos vietnamitas de buen sabor.

Después de almuerzo nos fuimos a dar una vuelta con el Carlos. Encontramos un local donde los vietnamitas se juntaban a jugar Winnin Eleven. Sentimos el deseo de desafiarlos pero finalmente desistimos. Luego de caminar un buen rato, volvió la lluvia con más fuerza, así que detuvimos a una especie de taxista, que llevaba a la gente en un carrito impulsado por bicicleta. El tipo era un vietnamita flaco y demacrado, sin embargo fue capaz de llevarnos a mi y al Carlos, más de 150 Kg, sin problemas, por alrededor de 15 cuadras.



















Al llegar a nuestro hotel, le preguntabamos cuando había que pagarle. Nos pedía 100 Dong a cada uno, alrededor de 3 lucas por cabeza. Lo mandamos a la mierda y le ofrecimos 50 por los 2, pero insistía todo el rato. Cuando le contamos que eramos chilenos quizo mostrarnos alguna cosa chilena que tenía en su billetera, pero no la encontraba y estaba desesperado buscándola. Nosotros ya estabamos chato del vietnamita y la lluvia estaba empezando a aumentar, así que le pasamos 100 dong no más, y nos fuimos rápidamente al hotel, donde estuvimos leyendo noticias chilenas por un rato, y luego fuimos a nuestra habitación a defecar.

Cuando había oscurecido, alrededor de las 7, nos llevaron a comer nuevamente a otro restoran. la comida nuevamente era gratis, tipo buffete, pero esta vez teniamos que pagar por las bebidas. Nos tomamos una cerveza Tiger, la mejor que probamos en Vietnam.


Luego, nos llevaron de nuevo al edificio de la Asociación de Amistad Chile-Vietnam, donde jóvenes vietnamitas que estudiaban español nos iban a hacer una fiesta.

















Cuando llegamos sólo habian vietnamitas hembras (así eran llamadas por los vietnamitas hombres) sentadas en una mesa. Nos hicieron hacer un círculo y cantar, mientras Lihn animaba la fiesta (super fome). Una vietnamita cantó una canción en español. Después Lavín y Arellano cantaron una canción chilena, y al final un viejo vietnamita cantó una canción de Ho Chi Minh. Después había que bailar reggaeton censurado con las vietnamitas.



Más tarde nos dieron libertad, y estuve conversando con algunas vietnamitas. Nos contaron que en Vietnam las mujeres no tomaban ni salían de noche, y las mujeres que se comportaban así eran "chicas malas", es decir, todas nuestras compañeras eran malas. Todas manejaban motos, aunque algunas tenían miedo del tráfico.
Para comer había plátano, mandarinas, pistachos, castañas de caju. Para beber había cerveza Bia Ha Noi, de mal sabor, latas de jugo de naranja, y un copete llamado Lua Moi, o vodka vietnamita, de sabor asqueroso y 46°. Me tome la mitad de una cerveza, varias copas de vodka vietnamita, y cuando ya todos estaban jugoseando, me largué con el Carlos a comprar ropa.



Pasamos por varias tiendas, incluyendo una para Vietnamita Maricón. Por fuera parecía ser una tienda de mujer (entramos para comprar regalos), pero por dentro era ropa de hombre, de color rosado y lila. Luego fuimos a una tienda cercana al hotel, donde el Carlos desordenó todo, probándose como 20 poleras distintas. Todo el rato alegaba por el precio y regateaba, por lo que las vietnamitas estaban enfurecidas con él, y deseaban que se fuera luego. Cuando nos fuimos le comenté su actitud, y no me creía que las vietnamitas estaban enojadas (acostumbrado a tratar con los chinos, que les gustaba pelear los precios).

Todos los días teniamos que ir a comprar ropa para el Carlos, debido a que había perdido su maleta en Hong Kong.

Llegamos como a las 1 o 2 al hotel a dormir, cansados de tanto caminar.

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