Despertamos temprano y, como ibamos a viajar, no desayunamos. Bajamos al lobby del hotel, donde estuvimos escuchando música en vivo, mientras un chino ebrio bailaba. Fue super chistoso.
Luego partimos de vuelta a Hanoi. Pasamos por un restorán en la carretera, que estaba lleno de animales exóticos embalsamados o conservados en formalina. Oso negro, Cobra, Cuervo, etc..
La comida fue similar a la del restoran Hong Kong de Halong Bay, no muy buena. Sólo me gustaron los calamares. Para beber teniamos que pagar por algo o beber té gratis. Luego de comer seguimos con el viaje y llegando a Hanoi divisamos un elefante.
Nos llevaron a recorrer el barrio antiguo en carritos-bicicleta. Justo cuando nos estabamos subiendo llegaron policías vietnamitas furiosos echando la foca por micrófono para dispersarnos. En la confusión me baje del carro, y me quede en el centro con Claudio, Franco, el Grinch, Linh y Tahn. Fuimos caminando a un bar cercano donde vendían gran variedad de té. Tenían una carta entera de diferentes variedades. Tomamos el que nos recomendaron los guías, y ellos tomaron café con hielo y leche condensada.
Luego de un rato volvimos al lugar donde llegarían los demás. Tomamos el bus nuevamente para ir a una aldea conocida por su seda: VAN PHUC. Primero pasamos por una fábrica de seda, donde vimos a los gusanos en acción formando una especie de pelusa, que luego era transformada en hilos de seda. Luego estuvimos recorriendo y en uno de los locales me compré 3 corbatas de seda por 3 lucas.
Cuando nos ibamos el bus se quedó atascado en un cable de luz, y sólo después de una complicada e imprudente maniobra logramos liberarnos. Entonces nos trasladamos de vuelta al centro donde todos nos bajamos a hacer nuestras últimas compras (ya eramos autodenominados como "compradores del futuro").
Primero recorrimos algunas tiendas electrónicas y luego entramos a un mall. En el mall comprariamos unas latas de tónica para tomar el vodka que nos sobró. Además conocimos el etanol, otro copete vietnamita. Más tarde encontramos una buena tienda donde nos compramos camisas y poleras.
Al anochecer nos reunimos y fuimos todos a comer a una pizzería. Comimos unas costillas de vaca rostizada, anillos de cebolla frita, pan con ajo y luego pizza. Yun-tso Lee estaba emputecido por estar comiendo pizza en Vietnam y no comida oriental, pero hasta las pizzas eran extrañas, o por lo menos una pizza de mariscos que no a muchos les gustó.
Llegamos bastante tarde a nuestro nuevo hotel, alrededor de las 22:00, y habíamos pactado jugar un partido de fútbol contra los vietnamitas, equipo formado por el hijo del embajador en Vietnam. Con el Carlos fuimos a nuestra pieza y nos vestimos con nuestras vestimentas deportivas compradas en China. Yo estaba con el uniforme de Chelsea y el Carlos con Manchester Utd. Bruno no tenía ropa deportiva así que bajo en calsoncillos. Manuel estrenaría unos chuteadores recién comprados. Sin embargo, los vietnamitas arrugaron y nunca llegaron. Se excusaron diciendo que era muy tarde.
Volvimos a nuestra pieza y ocupe el baño, dejándolo hediondo por el resto de la noche, por lo cual el Carlos se negó a ocuparlo aun cuando igual quería hacerlo. Más tarde bajamos a jugar unos partidos de Winnin Eleven en el Playstation 3 que se compró Claudio, y luego volveriamos a nuestra pieza a hacer nuestras maletas.
Teniamos que arreglar nuestro equipaje de tal manera de calcular bien los pesos. En las primeras aerolíneas podriamos llevar hasta 25 Kg, pero en LAN sólo 20. Así que había que calcular unos 20 Kg en la maleta, llevar lo máximo posible en el bolso de mano, y lo más pesado llevarlo puesto.
Me tomé el vodka solo ya que el Carlos arrugó, me corté las uñas y me dormí.
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